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Según la organización benéfica Consejo para los Refugiados, hay niños solos solicitantes de asilo que corren el riesgo de ser enviados a Ruanda porque el Ministerio del Interior del Reino Unido ha clasificado erróneamente a algunos como adultos, informó The Guardian.
Hace una semana, el Parlamento aprobó un proyecto de ley, iniciado por el primer ministro Rishi Sunak, para deportar a Kigali a los solicitantes de asilo que lleguen al Reino Unido por medios irregulares, asegurando que Ruanda es un país seguro para los migrantes expulsados.
De acuerdo con la denuncia publicada por el medio inglés, la organización que trabaja con estos niños advirtió del riesgo que corren los menores, ya que más de una docena de los niños con los que trabaja recibieron erróneamente los avisos de expulsión.
Seis niños han sido detenidos en centros de detención de inmigrantes adultos. Cinco de ellos han sido aceptados definitivamente como niños y están bajo el cuidado de las autoridades locales, mientras que otro no tuvo éxito en su intento de impugnar la edad adulta que se le había asignado, explicó la organización.
También, ocho jóvenes con problemas de edad recibieron avisos del Ministerio del Interior. A seis de ellos se les ha aceptado definitivamente como niños y ahora están bajo el cuidado de los servicios de infancia de las autoridades locales. Pero, dos de ellos no lograron desafiar la edad que les dio el Ministerio del Interior.
El asunto es que si un niño está impugnando la notificación y el Ministerio del Interior considera que es un adulto, puede ser enviado a Ruanda antes de que se conozca el resultado de la evaluación de la edad de un trabajador social, explicó la organización citada por The Guardian.
Maddie Harris, de Humans for Rights Network, consultada por el medio inglés, dijo que entre julio de 2023 y abril de 2024 más de 600 niños se habían puesto en contacto con ellos después de que el Ministerio del Interior los considerara adultos a su llegada al Reino Unido, incluidos 17 niños alojados erróneamente en la base militar de Wethersfield, en Essex.
El diputado laborista Andrew Western dijo al respecto: “Me temo que la reciente legislación del gobierno sobre migración ilegal plantea más riesgos, el principal de ellos que los niños sean enviados inadvertidamente a Ruanda”.
“Sabemos que el año pasado hubo numerosos casos de niños que habían sido detenidos cuando eran adultos a los que se les notificó la intención de trasladarlos a Ruanda en vuelos que finalmente nunca despegaron”, agregó.
Enver Solomon, director ejecutivo del Consejo para los Refugiados, añadió: “Sabemos, por amplia experiencia de primera mano, que estos niños ya han sobrevivido a terribles viajes escapando de la persecución, el derramamiento de sangre y el terror. La idea de que ahora se enfrenten a ser encerrados, obligados a volar y expulsados del Reino Unido es inhumana”.
El gobierno británico indicó que espera expulsar a Ruanda “de aquí a finales de año” un grupo identificado de 5.700 solicitantes de asilo, tras la adopción de su polémica ley destinada a frenar las llegadas de migrantes clandestinos por el canal de la Mancha.
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