¿Cómo está la salud de los docentes de Fecode? Un diagnóstico de los retos del nuevo sistema

El nuevo sistema de salud propone, para la atención de estos miles de personas, una red primaria de orden municipal.

Foto: Personería

El nuevo sistema de salud del magisterio que comienza a partir de este 1 de mayo tiene que responder a una realidad compleja, tanto en términos de organización como de retos en salud. Para empezar, algunas cifras para entender la dimensión de este sistema: con corte a diciembre de 2023, el Fondo de Prestaciones Sociales del Magisterio contaba con un total de 818.960 afiliados, de los cuales los docentes activos (incluidos los activos pensionados) representaban el 57.32% y los beneficiarios de esos afiliados el 42.67%.

Siete de las 32 entidades territoriales del país concentran el 49.7% de los afiliados, distribuidos en Bogotá (11,9%), Antioquia (11,7%), Valle del Cauca (6,4%), Santander (5,4%), Atlántico (5,0%), Córdoba (5,0%) y Bolívar (4,3%). Esta distribución de afiliados es importante porque revela la complejidad de este sistema. Como nos decía Martha Alfonso, ejecutiva de Fecode, la particularidad del magisterio es que en todo el país, en los municipios más distantes y de difícil acceso, hay maestros de colegios públicos.

El 40,6% de todos los afiliados se encuentran concentrados en solo 14 municipios: Bogotá D.C (11,9%), Medellín (4,7%), Barranquilla (3,4%), Cali (2,8%), Cartagena D.T (2,4%), Montería (2,2%), Cúcuta (2,0%), Ibagué (1,7%), Pasto (1,7%), Distrito de Santa Marta (1,7%), Bucaramanga (1,5%), Popayán (1,5%), Neiva (1,5%) y Valledupar (1,4%). En estas ciudades, que suelen ser capitales, los maestros cuentan con oferta de servicios de salud tanto pública como privada. Pero en otros 292 municipios en donde hay muchos menos afiliados (hasta menos de 50 afiliados por entidad) la situación es distinta. En municipios como San Felipe (Guainía), Busbanzá (Boyacá) o Puerto Alegría (Amazonas) no hay prestadores de servicios de salud.

De los 818.960 afiliados, 401.114 son mayores de 50 años (es decir, el 48.9 % del total). De esos 401.114 afiliados, 113.789 (13.89%) son mayores de 69 años y es en ellos en donde se concentra el mayor riesgo de padecer enfermedades crónicas no transmisibles, degenerativas y neoplásicas, con mayor carga de enfermedad. Esa edad (que puede ver a detalle en la siguiente pirámide poblacional) también se refleja en la prevalencia de enfermedades. (Vea: El problema que se agravó por el uso excesivo de antibióticos)

Un diagnóstico que realizó el Fomag con corte a diciembre de 2023 indica que para el año 2023 los ciclos de vida más afectados por estas condiciones fueron vejez y adultez para las patologías de Cáncer (Vejez tasa de 1454,4 x 100.000 afiliados y adultez 463,4 x 100.000 afiliados) y Artritis (Adultez 439,5 x 100.000 afiliados y Vejez 209,3 por 100.000 afiliados). Para entender la dimensión de las anteriores cifras, hay que saber que, según estima el Ministerio de Salud, Colombia tiene una tasa nacional de incidencia de todos los tipos de cáncer de alrededor 222,5 por 100.000 habitantes. La artritis, por otro lado, es una enfermedad crónica que afecta a una gran proporción de la población adulta mayor en todo el mundo.

Del total de la población afiliada, 5.726 personas registran algún tipo de discapacidad, afectando en una mayor proporción a la población beneficiaria (74,2%). La mayor afectación está concentrada en discapacidad mental/psíquica (57,3%), seguido por discapacidad física (38,9%). En cuanto a mortalidad, en 2023 este sistema reportó la muerte de 2.006 afiliados. Ocupan un lugar importante en mortalidad las neoplasias con una tasa de 35,04 x 100.000 afiliados y enfermedades transmisibles con una tasa de 23, 83 x 100.000.

Puede ver: La vacunación ha salvado, al menos, 154 millones de vidas en los últimos 50 años

El nuevo sistema de salud propone, para la atención de estos miles de personas, una red primaria de orden municipal, la cual será garantizada en IPS exclusivas, privadas, públicas o mixtas. En lo que tiene que ver con la prestación de mediana y alta complejidad, esta deberá ser garantizada mediante IPS privadas, públicas o mixtas que conforman la red de servicios en la subregión, departamento, y región. El modelo divide al país en regiones (8 regiones) y en nodos regionales, de los que pueden hacer parte uno o varios departamentos.

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